Te angustia la mera perspectiva de no saber cómo mantener ocupados a tus hijos durante tus vacaciones familiares en la montaña. Te sientes culpable ante la idea de aprovechar al máximo estas merecidas vacaciones, temiendo no seguir siendo esa madre ejemplar, dispuesta una vez más a sacrificarse por la felicidad de sus retoños. Tranquila…
En cuanto llegue a este pequeño pueblo de montaña de los Altos Pirineos, diríjase a la oficina de turismo. No dude en rogar a los recepcionistas con cara de ansiedad cuando pregunte si se organizan actividades para niños. Después, déjese invadir por la euforia al descubrir que este pueblo, galardonado con la etiqueta «Famille Plus Montagne», es un paraíso para los más pequeños. Intente no chillar de alegría cuando sepa que las familias reciben una acogida personalizada y que todos los días se organizan actividades y animaciones para los niños. Entonces podrás empezar a regodearte en tu interior mientras preparas meticulosamente su agenda para la semana.
Implanta una estrategia contra el agotamiento
No sientas pena. Si tienes dudas sobre la capacidad de tu pequeño para disfrutar de los placeres del deslizamiento, nada más llegar aprovecha la iniciación que ofrece la «Academia del Oso» para tranquilizarte. Después, inscríbalo en el Club Piou Piou y reserve clases individuales para el mayor. Recuerde que confiando sus hijos a profesionales, al menos podrá disfrutar de unas horas de tranquilidad. Incluso puedes llegar a invitar a su padre a hacer esas preciosas fotos que te ayudarán a crear ese álbum de recuerdos que hará las delicias de toda la familia. Eso sí, recuerda que después de unas horas en las pistas, ya le habrás dado un buen mordisco a su agotadora propensión a correr de un lado a otro.
Cuidado con los niños.