Debería haber sabido que esto no era una buena idea. Especialmente cuando mi pareja me desafió con una sonrisa, «No eres capaz», mientras se comprometía a acompañarme en una bicicleta eléctrica. Fue entonces cuando debí darme cuenta de que, a partir de cierta edad, jugar al «puedes hacerlo o no puedes hacerlo» puede ser infantil, incluso suicida.
«Una buena condición física necesitarás y superarás…»